Una de las formas de contabilizar el valor del stock es el sistema LIFO, una técnica de valoración de existencias consistente en dar prioridad al valor del último lote que haya entrado. Desde Amphora Logistics vamos a explicarte qué es LIFO, cómo funciona, en qué casos conviene utilizarlo y qué relación de ventajas y desventajas presenta esta forma de llevar la cuenta de las existencias.
Qué es el método LIFO
La gestión del stock de un almacén comprende una serie de estrategias y criterios para elegir qué orden de prioridad tendrán las salidas en función de las entradas. Estas elecciones tienen consecuencias a efectos del valor y de la antigüedad del stock en el almacén.
LIFO son las siglas en inglés de Last In / First Out (el último en entrar / el primero en salir). Es una forma de gestionar el stock que consiste en dar prioridad a las existencias que han llegado más recientemente sobre todas las demás.
Por lo tanto, en la técnica LIFO se sigue la máxima de que los últimos productos que se hayan comprado tendrán que ser los primeros en venderse. Por consiguiente, el valor contable del stock tiene una similitud mayor con los costes de compra más recientes.
De esta forma, el stock más antiguo no se venderá hasta que no hayan salido antes las existencias más recientes, y el valor que toman las existencias al venderse es siempre el más próximo en el tiempo (el correspondiente a las últimas adquisiciones).
Cómo funciona el método LIFO y cuándo se usa
La técnica LIFO consiste en extraer las existencias de un almacén en orden inverso a su llegada. El último lote o producto que llega al stock es el primero que sale. Cuando se vende un producto, se priorizan los artículos que se hayan comprado más recientemente sobre los que se hayan adquirido antes (y que, por lo tanto, llevan más tiempo en el almacén).
A efectos contables, el producto toma el valor de las últimas compras, en contraposición al método FIFO (First In / First Out), que respeta el orden de llegada tanto a la hora de priorizar las salidas como de valorar el coste del stock en la venta.
¿Y cuándo se recomienda usar el sistema LIFO? Se tienen que dar dos condicionantes básicos para que esta estrategia de gestión del stock sea eficaz y beneficiosa:
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Que el producto no sea perecedero
Si estamos, sistemáticamente, priorizando los últimos lotes comprados cuando se produzca una venta, el stock más antiguo podría permanecer durante mucho más tiempo en el almacén que el que originalmente se habría previsto. Si cupiera la posibilidad de que el producto caduque o se descatalogue rápida o próximamente, no convendrá usar el método LIFO con ese lote.
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Que las existencias tengan un valor homogéneo
Como consecuencia lógica, el valor contable del stock que figuraría en la operación de venta será siempre el más reciente. Si el coste de los productos no fluctúa mucho, tendremos la tan deseada concordancia entre la contabilidad y el margen comercial.
Ventajas y desventajas del método LIFO
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Ventaja 1: optimización del proceso de picking
La ubicación de las existencias en el almacén suele responder al simple criterio del orden de entrada. Los artículos comprados con mayor antigüedad se colocan al fondo de las baldas, las cuales se van rellenando con los nuevos lotes a medida que estos llegan.
Por lo tanto, una gran ventaja del método LIFO es que reduce el tiempo que el operario del almacén dedica a extraer el producto de su ubicación para colocarlo en la sección de salida, ya que no tendrá que irse hasta el fondo de la balda para coger alguno de los productos antiguos.
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Ventaja 2: contabilidad ajustada a la realidad
Incluso en un escenario de posibles fluctuaciones históricas, se garantiza que el coste del producto en la venta se ajuste a su valor actual de mercado, lo cual ayudaría a la empresa a conservar un margen comercial en línea con los precios actuales.
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Desventaja 1: riesgo de margen comercial irregular
Si hubiera muchas fluctuaciones en el histórico de los costes de los productos, estas se trasladarían a la contabilidad de la empresa, que podría estar perdiendo margen comercial al vender productos comprados más caros (si el nuevo precio es más alto que los anteriores), o desvirtuando el valor de su stock (si los nuevos precios fuesen más baratos que los antiguos).
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Desventaja 2: productos que "nunca salen"
La sistemática priorización de los últimos productos adquiridos puede hacer que haya existencias que se acumulen y jamás salgan. Si no se acompaña la estrategia LIFO de una vigilancia de la antigüedad del inventario, podría haber lotes que se queden en el almacén casi indefinidamente.
Mediante el método LIFO, la rotación de las existencias en un almacén responderá siempre a un criterio en el que se priorizan las salidas de los últimos productos que se hayan adquirido. Desde Amphora, te recomendamos que utilices esta estrategia si tus productos no caducan y si su precio no está sometido a fluctuaciones significativas.